Virgilio Díaz Ordoñez

Nació el 5 de mayo de 1895 en San Pedro de Macorís.

Murió el 30 de abril de 1968 en Washington, Estados Unidos.

Sus padres fueron Pablo Díaz y Juana Ordoñez de Díaz.

Inició sus estudios en su ciudad natal y luego pasó a la Escuela Normal de la ciudad de San Pedro de Macorís, donde obtuvo el título de Bachiller en Ciencias y Letras en 1912.  El 23 de julio de 1914 se graduó de Licenciado en Farmacia en el antiguo Instituto Profesional; luego, el 12 de abril de 1928, en la Universidad de Santo Domingo se graduó de Licenciado en Derecho.

Ese mismo año, se inició como Juez de Primera Instancia de Macorís, luego pasó al Tribunal de Tierras, desempeñando allí las plazas de Juez de Jurisdicción Original y de Magistrado del Tribunal Superior.  Fue Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo y Secretario de Estado de Justicia.  

Asimismo, ocupó una banca en el Senado y en la cámara de Diputados.  En el Poder Ejecutivo, a parte de los mencionados anteriormente ocupó cargos en Relaciones Exteriores, en Educación y Bellas Artes.  Como diplomático fue Enviado Extraordinario, Ministro Plenipotenciario y Embajador acreditado ante los gobiernos de varios países de Europa y América, así como ante las Naciones Unidas y ante la Organización de Estados Americanos.

Como delegado asistió a diversas conferencias internacionales, significándose en los cargos que desempeñó y en las misiones que tuvo a su cargo como un intelectual de acrisolada competencia.  Presidió diversas asociaciones culturales, tales como el Ateneo Dominicano de San Pedro de Macorís, la Academia Dominicana de la Lengua; fue profesor de la Universidad de Santo Domingo en la Facultad de Filosofía, Decano de la misma y Rector.

En el ámbito de la literatura era conocido bajo el seudónimo "Ligio Vizardi", y entre sus obras más destacadas se encuentran las siguientes:

- Los nocturnos del olvido (1925)

- La sombra iluminada (1929)

- Figuras de barro (1929)

- Doña María de Toledo (1935)

- Poemario (1947)

- Archipiélago (novela de 1947)

Díaz Ordoñez ingresó a la Academia Dominicana de la Historia el 30 de mayo de 1953, para sustituir el espacio dejado por Federico Henríquez y Carvajal.

Los últimos años de su vida los vivió en Washington, D.F. donde se consagró al profesorado en la Universidad de Columbia.